En la Grecia Antigua se realizaban este tipo de curaciones divinas.
El dios Asclepio y su hija Higenia eran dioses que podian curar y a los
que se rindió culto y para los que se erigieron unos santuarios muy
grandes.
La realización de las abluciones con agua era muy
importante, se realizaban incubaciones y los pacientes debían dormir en
unos dormitorios sagrado.
Relieve votivo por la curación de una pierna, con la inscripción: "Tiqué [dedicó esto] a Asclepio y a Higía en señal de agradecimiento". Es de mármol y fué hallado en 1828 en un santuario en las isla de Milos.
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