El relato del viaje por el
Nilo, titulado “Mil millas río arriba” es un
libro ameno que mezcla anécdotas con datos muy interesantes sobre Egipto.
Describe de forma singular todo lo que observa en su viaje hay que reconocer las
dificultades que un viaje así tenía para los egiptólogos de la época y
especialmente para una mujer.
Realmente fue casual el viaje de Amelia a Egipto, ya que cuando
estaba con su amiga Lucy Renshawe en el sur de Francia buscando
paisajes para pintar, decidieron debido a la lluvia cambiar de paisajes y
decidieron ir a Egipto.
Amelia tenía 42 años cuando realiza su viaje y solamente hizo un viaje a
Egipto en toda su vida, pero lo que vio le marcó para siempre, ya que despertó
en ella una pasión por la egiptología que influyó el resto de su
vida.
Precisamente en el libro que he
citado antes se observa como hay un cambio paulatino desde el comienzo, cuando
comienza a describir bazares y sitios musulmanes de El Cairo,
hasta que visita las Pirámides.
En su viaje observa el deterioro de monumentos egipcios y una vez de
vuelta en Londres, funda la Egypt Exploration Fund, cuyo objetivo era
intentar salvar monumentos y financiar excavaciones.
La obra de Amelia Blandford Edwards, con ilustraciones e puede consultar online, en ingles.
http://digital.library.upenn.edu/women/edwards/nile/nile-XI.html
Tambien estan los dibujos, que posteriormente fueron hechos sobre madera por G.Pearson.
Por ejemplo, el capítulo XVI dedicado a Abu Simbel, muestra este dibujo de Ramses II
Esta es la tumba de Amelia Blandford Edwards , fijaros en el obelisco y el ankh , está en el jardín del cementerio de Westbury-Under-Trym, que está cerca de bristol
fuente:egiptologia
Unas lineas del libro Mil Millas Nilo arriba , pg 67
menuda suerte poder visitar el serapeum
“ ¡
Qué agradable fue, después de sofocarnos en el Serapeum y de cocernos en la
tumba de Ti, regresar a la casa desierta de Mariette, y dar cuenta de nuestro
almuerzo en la fresca terraza de piedra que mira al norte sobre el desierto!
Allí han dejado algunas mesas de madera y bancos como cortesía hacia los
viajeros, y el viejo guardián árabe nos ofrece agua fresca de kullesh helados.
Los patios y las oficinas de la parte posterior están llenos de estatuillas y
fragmentos de inscripciones en granito negro y rojo. ….”
Amelia Blandford Edwards
Del capítulo titulado “La segunda catarata” copio un trozo
“……….. Cuando
tanteó la grieta con él (bastón) por segunda vez, entró libremente hasta donde
lo tenía sujeto con la mano es decir, una profundidad de unos cuatro
pies.
Convencido entonces de que había alguna cavidad oculta en la roca,
examinó cuidadosamente la superficie. Ya eran visibles unos pocos caracteres
jeroglíficos y parte de dos cartuchos, así como las siluetas dañadas de lo que
una vez fueron figuras. Las cabezas de estas figuras habían desaparecido (la
cara de la roca, con lo que quiera que hubiera allí esculpido había desaparecido
totalmente en este punto), mientras que de cintura hacia abajo estaban ocultas
bajo la arena. Sólo podían verse algunas manos y brazos.
…”
"Gracias a una ligera brisa que se levantó por la tarde, pudimos izar de nuevo
nuestra vela mayor, y relevar a nuestros hombres del esfuerzo de remolcarnos.
Así nos deslizamos hasta pasadas las ruinas de Maharrakeh, que, vistas desde el
río, parecían un pórtico griego colocado en un solitario hueco de un desierto
ardiente.
Después llegamos a Wadi Sebua, un templo semienterrado en
arena…………."
pagina 198
capítulo XIII De Philae a Korosko
Mil
Millas Nilo arriba
Amelia
Blandford Edwards
Video: Amelia Edwards and The Petrie Museum(Featuring Dr Stephen Quirke)
Imagen del templo de Debod en un grabado
Imagen del templo de Kalabasha
del libro de Amelia Blandford Edwards.
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