Admoniciones de Ipuwer (fragmento)
«(I, 1)... Los porteros exclaman: "¡Vayamos a saquear!". Los confiteros (?)... El lavandero rehusa llevar su carga... [Los cazadores] de aves se han dispuesto en orden de batalla... [Los habitantes] del Delta llevan escudos... Los cerveceros... tristes. El hombre mira a su hijo como a su enemigo... "Ven y conquista"... Esto que fue predestinado para nosotros en el tiempo de Horus, en la época de [la Enéada de los Dioses]... El hombre virtuoso deambula lamentándose a causa de lo que ha sucedido en el país... Los extranjeros se han convertido en egipcios por todas partes...
(II, 2) Mira, el rostro está pálido, y el arquero, preparado. Hay maldad por todas partes. No existe ya el hombre de ayer. Mira, el saqueador... por todas partes. El criado se apodera de lo que encuentra. Mira, el Nilo se desborda, pero nadie ara para él. Todos exclaman: "No sabemos qué ha sucedido en el país". Mira, las mujeres son estériles; ninguna concibe. Khnum no da forma (a la humanidad) a causa de la situación del país. Mira, los pobres se han convertido en poseedores de riquezas. Aquel que no podía hacerse un par de sandalias es un señor de bienes. Mira, los esclavos de la gente, sus corazones son miserables. Los nobles no fraternizan con su gente cuando están gritando...
(II, 7) Mira, los nobles se lamentan; los pobres se regocijan. Cada ciudad exclama: "¡Expulsemos al poderoso de entre nosotros!". Mira, los hombres son como ibises negros. La suciedad se extiende por la tierra. No existe en este tiempo nadie cuyas ropas sean blancas. Mira, el país está girando, como hace el torno del alfarero; el ladrón es un poseedor de riquezas [en tanto que el noble se ha convertido en] un saqueador. Mira, los fieles son como... El plebeyo [se lamenta]: "¡Terrible! ¿Qué voy a hacer?"...
(III, 7) Hoy nadie navega hasta Biblos. ¿Qué haremos respecto a la madera de cedro para nuestras momias? Los sacerdotes son enterrados con sus productos; los nobles son embalsamados con sus óleos correspondientes, hasta tan lejos como Keftiu. Pero ya no llegan; el oro escasea. Se han terminado... las materias primas para todo tipo de trabajos. Ha sido desplazado... del palacio real, v.p.s. ¿Cuántas veces vienen los habitantes de los oasis con sus ofrendas para el festival, [sus] esteras, [pieles], con plantas frescas... y grasa de aves...?
(III, 10) Mira, Elefantina, Tinis... del Alto Egipto, sin pagar impuestos a causa de la contienda (civil). Falta el grano, el carbón de leña, la fruta-irtyu, la madera-maau, la madera-nut, los arbustos. Se echa en falta el trabajo de los artesanos... ¿Para qué (sirve) un tesoro sin sus impuestos? Feliz ciertamente es el corazón del rey a quien llegan presentes. Y si [viene] cada país extranjero, es nuestro éxito; es nuestra fortuna. ¿Qué es lo que vamos a hacer al respecto? Todo se está arruinando...
(V, 11) Mira, los caminos están [bloqueados]; las rutas están vigiladas. La gente se sienta bajo los matorrales, hasta que el (viajero) nocturno llega, para apoderarse de su carga. Se le arrebata lo que lleva; se le apalea a golpes de garrote, y es malamente asesinado. Mira, lo que ayer (aún) se veía (hoy) se ha esfumado. El país ha sido abandonado a su debilidad, como (el acto de) cortar el lino (?). Las gentes del pueblo van y vienen llenos de aflicción... ¡Ojalá esto fuera el fin de la humanidad!, sin más concepciones ni nacimientos.
(VI, 1) Entonces la tierra dejaría de dar voces, y no habría (más) tumultos. Mira, [la gente se come] la yerba, lavada con agua. Ni fruta ni yerba se encuentran [para] las aves... es arrebatado de la boca de los cerdos. Ningún rostro brilla... por el hambre. Mira, el cereal ha desaparecido de todas partes. La gente es despojada de los vestidos, no ungida con óleo. Todos exclaman: "¡No hay nada!". El almacén está vacío, y su guardián está tendido en el suelo. ¡Ojalá hubiera yo alzado mi voz en ese momento para que ella me rescatara de esta dolorosa situación en la que me encuentro! Mira la Cámara Privada, sus escritos han sido robados, y han sido revelados los secretos que [allí] había. Mira, las fórmulas mágicas se han divulgado; los encantamientos shemu y se-khenu son ineficaces a causa de que la gente los repite. Mira, se han abierto los archivos, y han sido robados sus inventarios. Los esclavos se han convertido en señores de esclavos. Mira [los escribas] son asesinados, y sus escritos, robados. ¡Maldito yo por la miseria de este tiempo! Mira, los escribas del catastro, sus escritos han sido destruidos. El cereal de Egipto es propiedad comunal. Mira, las leyes de la Cámara Privada han sido arrojadas fuera. La gente anda sobre ellas en los lugares públicos, y los pobres las quebrantan por las calles. Mira, el pobre ha alcanzado el lugar de la Enéada de los dioses. Los procedimientos de la Casa de los Treinta se han divulgado. Mira, la Gran Cámara del Consejo está invadida; los pobres van y vienen por las grandes mansiones. Mira, los hijos de los nobles han sido arrojados a la calle. El sabio dice "Sí"; el ignorante dice "No". El que no lo conoce está complacido. Mira, los que estaban en las tumbas han sido puestos en el terraplén; los secretos de los embalsamadores se han derrumbado.»
Versión de José Miguel Serrano Delgado, Textos para la historia antigua de Egipto, Ed. Cátedra, Madrid 1993, pp. 80-81.
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