viernes, 13 de septiembre de 2013

La historia de Egipto según Heródoto I


Heródoto describe en sus libros sus experiencias,lo que ve y lo que oye sobre la cultura egipcia, la geografia, la história.... Algunos de sus relatos se han tachado de exágerados o imprecisos... pero al fin y al cabo es lo que él cuenta en sus obras "Los nueve libros de la historia". En concreto nos vamos a centrar en Euterpe y vamos a seguir su interesante narración.
En el punto 99, Heródoto indica que después de haber expuesto sus observaciones, opiniones e investigaciones, pasa a contar los relatos que ha oido:
"Hasta aquí todo cuanto he dicho es mi observación, mi opinión y mi investigación; en adelante voy a contar los relatos egipcios tal como los oí, aunque también les agregaré algo de mi observación. Min, el primero que reinó en Egipto, decían los sacerdotes, protegió con un dique a Menfis; porque el río corría todo hacia la montaña arenosa, en dirección a Libia, y Min formó con terraplenes el recodo que se encuentra a Mediodía, a unos cien estadios más arriba de Menfis, dejó en seco el antiguo cauce y derivó el río por medio de canales para que corriese a igual distancia de las dos montañas. Aún ahora, bajo el dominio de los persas, ese recodo del Nilo está muy vigilado y reforzado todos los años, para que corra desviado, pues si se le antoja al río romper por allí el dique y desbordarse, toda Menfis correria el riesgo de anegarse. Cuando este Min, que fue el primer rey, logró secar el terreno de donde había desviado el Nilo, fundó en él la ciudad que ahora se llama Menfis (Menfis se encuentra realmente en la parte estrecha de Egipto), y por fuera mandó excavar un lago derivado del río por el Norte y el Occidente (ya que por el Oriente la limita el mismo Nilo); y edificó en la ciudad el famoso santuario de Hefesto, que es grande y muy digno de memoria”.
A continuación (en el apartado 100) Heródoto nos cuenta la historia de Nitocris, la cual, para vengar a su hermano, planea y lleva a cabo su venganza:
“Después de Min, enumeraban los sacerdotes según un libro trescientos treinta nombres de otros reyes. En tantas generaciones, dieciocho eran etíopes, una sola mujer, nativa, y los demás eran varones egipcios. La mujer que reinó tenía por nombre Nitocris, lo mismo que la que reinó en Babilonia. Contaban que para vengar a su hermano -el cual era rey de Egipto, los egipcios le habían matado, y luego de matarle le entregaron a ella el reino-, para vengarle, quitó la vida a muchos egipcios por medio de este ardid. Mandó construir una vasta habitación subterránea y, con pretexto de inaugurarla, aunque con intención de maquinar otras cosas, convidó a un banquete a muchos de los egipcios, los que sabía haber sido principales cómplices en la muerte. En medio del convite, soltó el río sobre ellos por medio de un gran conducto oculto. No contaban más acerca de la reina sino que, en cuanto ejecutó su intento, se arrojó a una estancia llena de ceniza, a fin de escapar a la venganza”.

En el apartado 101 , Heródoto cita al rey Meris y habla de sus monumentos, leamos lo que escribió:
“De los demás reyes decían que no habían dejado monumento alguno y, por lo tanto, carecían de todo esplendor, salvo uno solo, el último de ellos, llamado Meris; éste dejó como monumentos el pórtico del templo de Hefesto, que mira al Norte, mandó excavar un lago (más adelante mostraré cuántos estadios de perímetros tiene), y levantó en él unas pirámides de cuyo tamaño haré mención junto con el lago. Tantos fueron los monumentos que dejó Meris, cuando de los demás, nadie dejó nada”.

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