Escena de la tumba de Neferhotep
Vestido que se llevaba en el Imperio Nuevo, dibujo ilustado en el libro de Pierre Montet titulado La vida cotidiana en Egipto.
El fajín deja el lugar a otra pieza de ropa: una chaquetilla con mangas que tiene decoraciones de halcones y estrechas tiras alrededor del cuerpo. Se complementa con un tocado que era de colores - a veces teñido o elaborado como un tapiz, y cintas que eran unidas a alas y coronas.
La reina llevaba un cinturón decorado con abalorios o con tejidos con decoraciones. Los tejidos coloreados no se solían utilizar en público, posiblemente solamente en privado al estar en su “casa”.
Sobre mediados de la dinastía XVIII los vestidos que se llevan son a veces las típicas túnicas saco pero se llevan también unos vestidos voluminosos y transparentes que siempre llevaban pliegues.
La base en una pieza de tela que se coloca alrededor del cuerpo y se coloca doblada sobre los hombr0s dándole varias vueltas y después anudándola en el frente.
Las capas se utilizaban en el Reino Medio. Los egipcios las llevaban puestas sobre uno o los dos hombros.
Los vestidos largos los llevaban hombres y mujeres y estaban sujetos por lazos en los hombros. En el reino Medio y Nuevo , los egipcios llevaban túnicas largas, pero todavía se llevaban con falda. Hacia la dinastía XVIII, las túnicas eran más estrechas y alargadas y llegaban hasta los tobillos. Además podían llevarse con una especie de delantal -fajin por encima, es decir una pieza de tela que en la época ramésida era arremangada y podía verse la falda interior.
A partir del Reino antiguo las mujeres llevaban una especie de vestido que les cubria el cuerpo desde el pecho hasta los tobillos y estaba cerrado por tiras enlazadas. Las capas que llevaban las mujeres sobre uno o dos de sus hombros, estaban almidonados. En el Reino se llevaba nuevo la túnica tipo saco y a veces se complementaba con un chal transparente que llevaban en los banquetes y fiestas
Vuelvo sobre los vestidos y me parece curioso lo que dice Pierre Montet en su libro La vida cotidiana en Egipto en tiempos de los Ramsés:
..........."Algunos llevaban ropas sujetas por tirantes, que iban de los senos a los tobillos, caían derechas y no tenían adornos.17 A este indumento austero, la mayoría de los egipcios prefería la toga de lino con pliegues, que deja bien libre el cuello, moldea el dorso y se abocarda hacia abajo. Las mangas, bastante cortas, terminan también abocardándose. Por sobre esa toga se anuda un ancho cinto hecho con una faja del mismo género, y se dispone la caída de modo que forme una especie de delantal triangular. La ropa de gala se completaba con una gran peluca rizada que encuadraba bien la cabeza y una lujosa exhibición de joyas, collares y gargantillas, pectoral de doble cadena, brazaletes de muñecas, brazaletes de bíceps, sandalias calzadas.18
La vestimenta de una gran señora no difiere enormemente de la de su esposo. Comprende una camisa muy fina y por encima una toga blanca con pliegues y transparente como la de los hombres. Se anuda sobre el seno izquierdo y descubre el seno derecho, se abre más abajo de la cintura y baja hasta los pies. Las mangas, adornadas de franjas, dejaban descubiertos los antebrazos, lo que permitía admirar manos largas y finas y muñecas cargadas de aros. Se hacían muy variados: rígidos con dos chapas de oro cincelado reunidos por dos bisagras. Anillos de oro macizo, sartas de perlas, cordones o cintas de oro. La peluca rizada cubre la espalda y los hombros. Una hermosa diadema de turquesa, lapislázuli y oro brilla en los cabellos. Está anudada detrás por dos cordones con bellotas. En el edificio complicado de la cabellera un cono queda en equilibrio por milagro. No se conoce la composición, pero se supone que consiste en una pomada perfumada. Por lo demás, dicho cono no es particular de las mujeres. Los hombres llevan a menudo unos semejantes.19
La indumentaria que acabamos de describir sólo es compatible con la ociosidad. El pueblo de los trabajadores se vestía de modo más práctico. Los campesinos, los artesanos se contentaban como antaño con un taparrabo cortado derecho, sujeto por un cinturón ancho como la mano sin bordados ni adornos, sin las bellotas que amenizaban el taparrabo de los asiáticos. A la gente modesta no le agradaban menos que a los privilegiados los adornos y las joyas. A falta de oro, adoptaban alhajas de cerámica y de bronce. Las músicas de profesión llevaban, como las damas, la túnica transparente. A menudo no llevaban vestido alguno, sino sólo algunas alhajas, cinturón, collar, brazaletes, zarcillos. Las sirvientas de la casa, que no siempre es fácil distinguir de los niños, circulan desnudas, sobre todo cuando el amo recibe invitados, y ofrecen atrevidamente a la admiración su cuerpecito delgado y ágil."
..........."Algunos llevaban ropas sujetas por tirantes, que iban de los senos a los tobillos, caían derechas y no tenían adornos.17 A este indumento austero, la mayoría de los egipcios prefería la toga de lino con pliegues, que deja bien libre el cuello, moldea el dorso y se abocarda hacia abajo. Las mangas, bastante cortas, terminan también abocardándose. Por sobre esa toga se anuda un ancho cinto hecho con una faja del mismo género, y se dispone la caída de modo que forme una especie de delantal triangular. La ropa de gala se completaba con una gran peluca rizada que encuadraba bien la cabeza y una lujosa exhibición de joyas, collares y gargantillas, pectoral de doble cadena, brazaletes de muñecas, brazaletes de bíceps, sandalias calzadas.18
La vestimenta de una gran señora no difiere enormemente de la de su esposo. Comprende una camisa muy fina y por encima una toga blanca con pliegues y transparente como la de los hombres. Se anuda sobre el seno izquierdo y descubre el seno derecho, se abre más abajo de la cintura y baja hasta los pies. Las mangas, adornadas de franjas, dejaban descubiertos los antebrazos, lo que permitía admirar manos largas y finas y muñecas cargadas de aros. Se hacían muy variados: rígidos con dos chapas de oro cincelado reunidos por dos bisagras. Anillos de oro macizo, sartas de perlas, cordones o cintas de oro. La peluca rizada cubre la espalda y los hombros. Una hermosa diadema de turquesa, lapislázuli y oro brilla en los cabellos. Está anudada detrás por dos cordones con bellotas. En el edificio complicado de la cabellera un cono queda en equilibrio por milagro. No se conoce la composición, pero se supone que consiste en una pomada perfumada. Por lo demás, dicho cono no es particular de las mujeres. Los hombres llevan a menudo unos semejantes.19
La indumentaria que acabamos de describir sólo es compatible con la ociosidad. El pueblo de los trabajadores se vestía de modo más práctico. Los campesinos, los artesanos se contentaban como antaño con un taparrabo cortado derecho, sujeto por un cinturón ancho como la mano sin bordados ni adornos, sin las bellotas que amenizaban el taparrabo de los asiáticos. A la gente modesta no le agradaban menos que a los privilegiados los adornos y las joyas. A falta de oro, adoptaban alhajas de cerámica y de bronce. Las músicas de profesión llevaban, como las damas, la túnica transparente. A menudo no llevaban vestido alguno, sino sólo algunas alhajas, cinturón, collar, brazaletes, zarcillos. Las sirvientas de la casa, que no siempre es fácil distinguir de los niños, circulan desnudas, sobre todo cuando el amo recibe invitados, y ofrecen atrevidamente a la admiración su cuerpecito delgado y ágil."
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