domingo, 27 de enero de 2013

El Antiguo Egipto y la ley II

A finales de la dinastía XVIII y coincidiendo con la finalización del gobierno de Ajenatón, se producen desordenes internos en la sociedad egipcia, deseando restablecer el orden, . Horemheb, promulga un decreto en el que se tipifican además varios delitos concretos contra el pueblo y se prescriben los castigos correspondientes. Este decreto establece en los casos más graves el castigo de “corte” de la nariz del culpable y después desterrarlo al destacamento militar de Chel , que estaba situado en la frontera oriental de Egipto. Para casos ,por ejemplo, de apropiación indebida del cuero de los animales, el decreto indica que el culpable recibirá cien azotes y cinco heridas abiertas.
Por ejemplo ,en un párrafo del decreto se dice lo siguiente:
"Se castigará con implacable rigor a los funcionarios que, abusando de su poder, roben cosechas o ganado de los campesinos bajo el pretexto de cobrar impuestos. El castigo consistirá en cien bastonazos hasta el corte de la nariz. Si el involucrado fuera un juez que se hace cómplice de un recaudador de impuestos para compartir sus rapiñas, la pena será de muerte.
Los jueces no se deben dejar influir por nadie y no pueden aceptar pagos ni regalos de otra persona que el rey, a cuyo servicio se deben. El delito más grave es el del juez que se deja compara: su castigo será la muerte."
En la dinastía XIX, el faraón Seti I manda realizar una inscripción en Nauri.
En ella, se establecen una serie de castigos similares para los que hayan cometido delitos, sobre todo contra la hacienda del templo de Osiris o contra los trabajadores de dicho templo.
Detalla los castigos y entre ellos están la mutilación y las lesiones y cosa también importante, la confiscación de los bienes del malhechor. En este sentido tenemos el caso de Dyehutinatje (del cual hablé en posts anteriores).
El listado de delitos es a aveces repetitivo y también es inconexo, parece como se se hubiera realizado la inscripción de Seti I a partir de un simple borrador inicial, tal y como apunta Gardiner.
En las obligaciones del visir, que mide e 2,80 por 1,56 de ancho, aparece también una forma inconexa de textos,sin orden ni coherencia. Si se hubiera encontrado en papiro, hubiera podido pensarse que eran borradores con los cuales se editó el texto importante.

En el decreto de Nauri se observa que parece un resumen de un texto más formal. Contiene regulaciones que afectan solamente a las cuestiones referentes a la fundación del templo e Abidos.

En el decreto de Setos, las leyes que son mencionadas parecen leyes específicas cuyo cumplimento es obligado en todo Egipto.

Cuando los hechos delictivos estaban claros, el castigo sumario era bastante habitual.

En la presencia de un magistrado local, el delincuente era condenado sin que hubiera apenas un procedimiento legal, solo se establecía el mismo si fuera necesario esclarecer los hechos delictivos
La justicia era pues dura y arbitraria y cualquier persona humilde tenia serias razones para temer a la justicia y esperar poco de ella debido a los funcionarios provinciales y locales que ejecutaban las ordenes superiores.

Los impuestos que debían de pagar eran muy elevados y su recaudación obligatoria era debidamente registrada. Si no se cumplían los pagos , los campesinos recibían golpes con varas y bastones, así es que no había que descuidarse en la entrega de impuestos a los encargados de recogerlos. Este tema aparece bastantes veces en las pinturas de las tumbas del Reino Antiguo. Como es lógico, posiblemente la cuantía del castigo estaba relacionada con la cantidad que debería haber sido entregada por el sujeto. Realmente no queda claro si con el castigo se saldaba la deuda o no. Los castigos eran azotes o a veces , mutilaciones.

Al tener que abonarse las deudas en “especie”, era bastante difícil para un simple campesino o artesano el pagar deudas elevadas. También podían pagarse las deudas mediante laos servicios públicos prestados por las personas deudoras

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