domingo, 27 de enero de 2013

El Antiguo Egipto y la ley

En el Antiguo Egipto, la ley emanaba directamente del rey. Era un derecho de situación, pero también existieron unas primeras normas legales,que según Diodoro de Sicilia, estaban emanadas directamente del dios Toth .

Las ordenanzas del faraón son de carácter corrector de una situación que era anómala.
Se realizaban publicaciones de estelas y/o papiros y también algunos autores posteriores a la época -de los cuales hablaré en otros posts- nos han informado sobre la ley en la época faraónica.
En el Antoguo Egipto la justicia no era un privilegio de los que tenían más dinero y poder, sino que era tambien un derecho de los más humildes, y como ejmplo claro está el cuento del astia elocuente, del cual hablaré más adelante.

Sobre los escritos en estelas tenemos cuatro importantes que describiré posteriormente:

- El decreto de HOREMHEB
- El de NORI de Seti I
- Los decretos de COPTOS
- El decreto de NEFERIRKARE KAKAI
Ahora hablemos de papiros.
El cuento del campesino elocuente, se refiere a un hombre sencillo que había sido tratado injustamente y su deseo de justicia quedó satisfecho.
Esta obra es de la dinastía XII, pero los hechos narrados se sitúan en el primer período intermedio.
El campesino llamado Junanpu trabajaba era natural y vecino de Wadi-en-Natrum, (Uadi Natrum) un oasis situado a mitad de camino entre El Cairo y Alejandría. Un día carga sus asnos con productos exóticos del oasis, para trocarlos por provisiones y se dirige a Heracleópolis . Su esposa le habia preparado una cesta con pan y cerveza para así poder comer algo durante su largo camino. Cruza por Perfefi y pasa cerca de las propiedades de un hmbre llamado Dyehutinajte. Este personaje es bastante ambicioso y quiere arrebatarle los asnos cargados con la mercancía a Junanpu. Entonces hurde una estratagema para poder quedarse con lo que le pertenecía al campesino.
Junanpu debía de seguir su camino y por un lado había agua ( en una especie de canal o quizás un río) y por el otro lado había una plantación de cebada. Dyehutinatje extendiendo una tela y niega el camino al campesino. Mientras el campesino protesta por esto, uno de sus asnos comienza a comer cebada… Entonces Dyehutinatje, my contento con lo que estaba pasando le dice al campesino que le confiscaba el asno. El honrado campesino, se ofrece a subsanar el problema pagando la cebada que el asno había comido e invoca el nombre de Rensi (era un hombre que trataba como se merecían los ladrones). Dyehutinatje entonces, golpea al campesino le amenaza con matarlo y le quita todos los asnos y sus cargas.
El buen hombre se queda en la ciudad y pide al ladrón que le devuelva sus pertenencias, pero Dyehutinatje pasa de él. Junanpu va después a otra ciudad (Neninesu) para pedir a Rensi que le ayude y Rensi le atiende debido a su elocuencia, el campesino expone todo lo que le ha pasado de una forma clara, elocuente todo lo que le había sucedido.
Cuando Rensi habla con el rey este le pide que demore la petición, pero que se le de manutención al campesino y a su familia (diez hogazas y dos jarras de cerveza cada día y maíz para su familia).
 Junanpu es pues retenido para que cuente una y otra vez su petición, pero nadie le decía a él nada, al contrario, Rensi hasta llega a enviar a dos de sus guardias para azotarle, pero el campesino sigue con su petición, y clama por justicia.

Junanpu censura la actitud de Rensi, crítica lo que le está pasando, incluso el campesino le indica a Rensi como debería actuar ante un caso así, impartiendo justicia y castigando a los infractores de la ley. El campesino se marcha y entonces Rensi manda otra vez a sus dos guardias para que visiten a Junanpu. Al campesino ya le da igual todo ya que él ha estado reclamando justicia y cree que ha obrado bien hablando y no callándose aunque pensó que quizás por haberse excedido en sus discursos podía ser condenado a morir pero en vez de eso, se recogen sus súplicas ,se escriben en un papiro y se presentan al faraón.
Las ultimas líneas del papiro del campesino elocuente se han perdido por desgracia pero se sabe que en el juicio en el que Dyehutinatje también estaba presente, se hace justicia y se le compensa al campesino con las confiscaciones que hacen de las propiedades del acusado a modo de compensación y además en premio por la defensa tan acertada que hizo él mismo de su caso.

Sin embargo hay que decir que la justicia que se hizo en el caso del campesino elocuente, no era una constante durante el Reino Medio. Lo normal es que en la vida, la condición social era bastante importante en el Antiguo Egipto, como en la mayoría de otras culturas antiguas, en las cuales siempre las personas carentes de recursos han tenido desventajas. Pero lo importante es que cualquier persona tenía la posibilidad de ser “escuchado”, aunque también hay que decir que una práctica habitual era el soborno..
En teoría, todos y sobre todo los más humildes podían obtener “justicia”, pero en la práctica esto era difícil.
Hay otro caso, posterior al del campesino elocuente en la que se habla de la disputa entre dos hermanos. Está también recogida en un papiro, en concreto el 10682 que está en el museo británico.
La historia es la siguiente:
Eran dos hermanos llamados Verdad y Mentira, Un día, Verdad pedió prestada una herramienta (probablemente un cuchillo o hacha), pero la perdió. Al no poder devolvérsela a su hermano le ofreció una nueva a cambio, pero Mentira no quiso aceptarla ya que él quería su herramienta, cosa imposible ya que se había perdido. Entonces Mentira quiere sacar algún beneficio de la perdida y lleva a Verdad ante los tribunales exigiendo que por haberle perdido la herramienta, que le arranquen los ojos y que le obliguen a servirle como portero es decir, Mentira quería destruir totalmente a Verdad.
Desgraciadamente le escuchan y castigan a Verdad, convirtiéndose en el portero de Mentira. Trabajando de portero no paraba de recriminar la actitud de su hermano y lo cruel que había sido para con él. Mentira, harto ya de escuchar a su hermano decide abandonarle en un desierto deseando que los leones salvajes le devoren. Pero un día, una dama, se fija en él y a pesar de su estado mísero les pide a sus criados que lo lleven a su casa y por la noche tiene ella relaciones sexuales con Verdad.
De esa unión nace un hijo, un niño excepcional y que no sabe quien es su padre. Debido a las burlas de la gente que les rodeaba decide preguntar a su madre quien era le había engendrado.
 , la madre le cuenta que su padre era el hombre ciego que se sentaba en la puerta de la casa muchas veces. El chico queda impresionado al enterarse de quien era su progenitor, y le hace entrar en la casa. Comienza a conversar con él y le pregunta la razón de su ceguera, cuando se entera de lo que Verdad le dice, decide vengar la injusticia cometida con su padre.
Se aprovisiona con comida, un bastón, sandalias y un toro y se dirige a las tierras de Mentira. Cuando llega allí, pide a unos trabajadores de Mentira que cuiden de su toro y a cambio les paga con el resto de las cosas que llevaba.
Entonces Mentira, al ir a inspeccionar sus rebaños ve al toro e indica a sus trabajadores que quo quiere para comérselo, pero los pastores le comentan que no es de su propiedad. Entonces Mentira les dice que quiere precisamente “ese toro” y que cuando pida su dueño el toro, le den otro a cambio.
Eso era justamente lo que quería el hijo de Verdad y le denunció al mismo tribunal que había castigado a su padre años atrás.
Entonces, el hijo de Verdad alaba las cualidades de su toro y cita además el pleito entre Verdad y Mentira diciendo además que era el hijo de Verdad y venia a vengarlo.
Mentira, posiblemente creyendo que Verdad estaba muerto, jura por Amón y el rey que si Verdad está vivo aceptaría el castigo de que lo cegaran y trabajar como portero en la casa de Verdad. Cuándo Verdad se presenta en el tribunal, Mentira es castigado a recibir azotes, quedarse ciego y trabajar como portero para Verdad
 El que haya obtenido venganza el hijo de Verdad, fue una satisfacción..pero realmente no debería de haberse producido un castigo como el que se inflingió a Verdad. En el caso de Junanpu, consiguió ganar el pleito debido a su insistencia y su elocuencia.
En cualquier caso, la base de la justicia en el antiguo Egipto estaba en escuchar al suplicante, cosa a veces bastante difícil, pero si se conseguía, el demandante podía obtener una satisfacción a su demanda. El sistema legal era flexible y a veces no se obraba bien, también he comentado antes que podía haber sobornos..
En textos egipcios del Reino Nuevo, los castigos que sufrían los que eran considerados culpables, eran los de azotes, heridas abiertas, ceguera… dependiendo de la gravedad de los hechos.

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