sábado, 31 de diciembre de 2011

Peri Em Heru conjuro XI

Encantamiento para levantarse contra los enemigos en el Más Allá


Palabraz dichas por el Osisir N.


"¡ Apártate de mi camino, oh tú, Espíritu que devoras tu propio brazo! Pues yo soy Ra, y he salido del horizonte para luchar contra mi enemigo: él ha sido entregado , y no podrá serme arrebatado. Balanceando los brazos, como el Señor de la coerona blanca, he alargado mi brazo, igual que lo hizo el que tiene la corona, No lo dejaré escapar de mis manos, puesto que es mi enemigo: él me ha sido entregado y no podrá serme arrebatado. Me alcé como Horus, me senté en mi trono sagrado como Ptah: he sido valiente como Thot y poderoso como Atum. He caminado con mis piernas y he hablado con mi boca. Y todo ello para conseguir a mi enemigo. Él me ha sido entregado, y no podrá serme arrebatado".

La interpretación es difícil y por ejemplo según Luis Melgar, ese devorador de su blrazo es posibemente un portero, es decir un guardian de las puertas.
Este ente mitológico está muy cercano a los dioses y es el encargado de la custudia de las puertas del más Allá.
El muerto se identifica en este conjuro con Ra, es decir con el que recibe el epíteto de "Señor de la corona blanca". Y recordemos que que las coronas eran símbolos mágicos.
En este capítudo decimo primero, el poder que tiene el conjuro es el de dar protección al difunto frente sus enemigos, por eso en la identificaciíon del difunto con Ra, se hace incapie en el enemigo de Ra,
Observemos que hay repeticiiones departe del conjuuro que hay que recitarlas tres veces, significativo lo del "3" ya que es un número mágico.

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